A los 40, es figura de la música porteña
Una de las máximas creadas por el inconsciente colectivo porteño dice que "el tango sabe esperar". Y sobran los ejemplos para confirmarlo.
El tango apareció como una anécdota en la infancia de Alfredo Rubín, comenzó a llamar su atención durante la adolescencia y logró (desde hace algo más de diez años) que a los 40 años le dedique su vida al género.
Rubín es conocido como "el Tape"; como el autor de "La Marilyn" y "Ella se fue", como un letrista que se siente "acotado", como cantor del submundo milonguero, como el bajista y líder del Cuarteto Almagro y como el solista que pretende grabar este año un CD que le permita pintar "acuarelas de las milongas, de la noche de Buenos Aires, de los bailarines", según explica entre charla y café en un bar de la avenida Corrientes.
El Tape dice que un "recorrido oblicuo" lo condujo a la música de Buenos Aires. "En mi casa se escuchaba a Julio Sosa, Rivero, Angel Vargas, orquestas de jazz, Sinatra y casi nada de folklore, excepto un poco de Los Chalchaleros. Recuerdo haberle pedido a mi vieja el simple de "Zamba de mi esperanza", que todavía tengo." Luego confiesa que en su variada discoteca había discos de Sandro y de Raphael, y habla de su gusto por la música de Rodolfo Mederos y de una adolescencia rockera.
Escala folklórica
"La mezcolanza era grande. Mis primeros conjuntos eran rockeros, pero la búsqueda de la identidad ya aparecía en esa época. Recuerdo que, en años de dictadura, un día salí del cine, de ver una película de The Who pensando que se podía hacer algo así con música nacional, algo tan potente como eso. Más tarde me interesé por los ritmos folklóricos. En el 83 hice un viaje por el interior para investigar la chacarera, la zamba y la milonga. Diría que durante unos meses Sixto Palavecino me adoptó en su casa, me mostró lugares, y tengo grabaciones con él."
Esa inquietud por lo telúrico era compartida en sus primeros temas con un blues aporteñado, tanguero. Porque el tango siempre se colaba por algún lado. Hasta que un día Rubín entró en las milongas. "Descubrí la cultura subterránea de Buenos Aires y me di cuenta de que esa cosa reventada que el rockero o el blusero buscan, en el tango estaba al mil por ciento. Hay tipos que son especies de Mick Jagger. Y descubrí que ese mundo era infinitamente más rico de lo que podía suponer."
Así fue como se metió en el circuito milonguero, con su voz y su guitarra, hasta que comenzó a interesarse por la música instrumental. "No podía armar una orquesta típica, pero como ya había agarrado el bajo busqué una síntesis en la formación", la que más tarde derivó en el staff actual del Cuarteto Almagro.
Rubín, en bajo y voz, comparte escena con el bandoneonista Juan José Mosalini, el violinista alemán Leo Weiss y Fabrizio Pieroni, pianista y compositor italiano que generó junto al Tape una buena dupla al momento de escribir varios de los temas registrados en el disco independiente, que fue grabado en París. "Luego, Acqua Records se jugó, lo editó y lo distribuyó acá. Ahora estamos intentando una edición europea", aclara.
-Mosalini vive en Francia, Weiss en Alemania y Pieroni en Italia. ¿Pensás radicarte en Europa para estar más cerca de tus socios?
-Quiero vivir y producir acá. Armé un quinteto argentino, con el que estuve tocando durante el último año. No sé qué pasará este año, por cómo están las cosas. El proyecto es que el cuarteto siga componiendo, grabando y tocando un par de veces por año acá y en Europa.
-¿En la misma línea de este CD? ¿Arreglos muy trabajados, composiciones propias, mucho humor?
-Creo que eso se mantendrá. Al principio tenía otra idea, algo bailable pensado para la milonga. Pero cuando hay músicos como Juanjo y Fabrizio, a los que les gusta improvisar y trabajar otro tipo de armonías, hubiera sido necio de mi parte cambiar de estilo.
-¿Con ese sistema de trabajo a distancia se mantendrán la buena química y el desenfado al momento de arreglar y componer?
-Primero hay que presentar esto en Europa. Queremos seguir agregando eslabones. Porque la innovación no se da por generación espontánea. Piazzolla fue arreglador de Troilo, y Troilo fue decariano . Al lado de los monstruos, lo nuestro es muy humilde. Pero tenemos la inquietud de seguir componiendo.
Mauro Apicella
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2009 LUJOTOTALAlfredo Rubin y |
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2004 REINANOCHEAlfredo Tape Rubin y |
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2000
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